Figueras (Gerona), 1934-2015.
Nacido en el seno de una familia de tradición artística y muy relacionada con los Dalí (es su tío Ramon Pitxot, quien hizo que Dalí descubriera el impresionismo y determinó su vocación de pintor), vivió con su familia en San Sebastián desde 1946 hasta 1964. Allí tuvo como profesor de dibujo a Juan Núñez Fernández, quien también lo había sido años antes de Dalí en Figueres.
En los años cincuenta, mientras practica un realismo de raíz expresionista se dio a conocer con diversas exposiciones en San Sebastián, Barcelona, Madrid, Bilbao o Lisboa.
En 1964 se instaló definitivamente en la casa familiar de Cadaqués. En este período, su obra sufrió un giro decisivo, ya que dirigió la atención hacia el estudio de los objetos de su entorno: las piedras de Cadaqués, de las cuales hizo surgir visiones anamórficas, antropomórficas y alegóricas, con las que entronca con una corriente subterránea de la pintura occidental que va desde ciertos maestros del manierismo italiano hasta el surrealismo.
También durante estos años, rehaciendo los viejos vínculos familiares, inició su relación con Dalí, que culminaría en un amistad duradera. En agosto de 1972 Dalí lo visitó en su taller y le propuso instalar una exposición permanente de su obra en el Teatro-Museo de Figueres, que se inauguró el 28 de septiembre de 1974. Se puede decir que el museo es, en buena medida, el resultado del diálogo entre estos dos creadores. En 1975, en colaboración con Salvador Dalí realizó los cuatro “monstruos grotescos” del patio interior del Teatro-Museo. Son monstruos-fuentes a la manera de los manieristas italianos, realizados con acumulaciones de piedras, cajones, troncos de árbol, un esqueleto de una ballena, caracolas y conchas. Antoni Pitxot fue, desde la inauguración, el director del Teatro-Museo, tarea que combinó con su trabajo de pintor.
Entre Pitxot y Dalí se estableció una gran comunicación y una complicidad estética. Así, por ejemplo, en 1958 Pitxot trabajó en la exposición “La batalla de Constantí”, que presentó en Barcelona. El tema de la batalla fue inspirado por una conversación con Dalí, que le explicó que las rocas de la playa de Sa Conca en Cadaqués ya configuran por sí solas múltiples batallas. Dalí hizo el texto de presentación para el catálogo y le dictó a Antoni Pitxot el contenido, frase por frase: “Cuando las rocas despiertan de cuatro mil años de soñar, las ensordece el estrépito de una batalla en cada mano”.
En los últimos años de Dalí, Pitxot lo acompañó en todo momento. Ambos artistas mantuvieron un intercambio permanente de comentarios y opiniones sobre temas diversos, especialmente sobre el arte y el mundo de la pintura; así, hablaban sobre Watteau, Rembrandt, Velázquez, Gustave Moreau, los prerrafaelitas o el futurismo italiano.
La obra de Antoni Pitxot se encuentra en diversas colecciones particulares, en el Teatro-Museo Dalí y en el Centro Internazionale di Studi sulla Comunicazione umana, con sede en la Villa Barbariga de Sant Pietro de Strà (Italia).
Antoni Pitxot fue el director del Teatro-Museo Dalí, además de patrón vitalicio y vicepresidente segundo de la Fundación Gala-Salvador Dalí.
El 20 de octubre de 1999 fue elegido académico correspondiente por Cadaqués (Gerona) de la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi, aprobando así la propuesta en su día presentada por los académicos de número Domènec Fita Molat, Francesc Fontbona de Vallescar y Jaume Muxart Domènch.
El 16 de septiembre de 2004 recibió de manos de S. M. el Rey Juan Carlos la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes.
